En 25 años de vida, DIRCOM ha sido un modelo de Gobierno Asociativo, de crecimiento ininterrumpido e impulsor y testigo de la evolución de una profesión que ha pasado de la publicidad a la información, de la opacidad a la transparencia, de la acción social a la responsabilidad social, de la Jefatura de Prensa a la Dirección de Comunicación, de crear imágenes a apoyar la construcción de reputaciones, de ser un técnico a ser un estratega, de cercanía a los influyentes a ser los influyentes, de fabricantes de notas de prensa a gestores de intangibles.

El éxito de esta supervivencia, tanto de la profesión como de la Asociación, hay que buscarlo en el pacto no escrito entre los dirigentes políticos y empresariales, por un lado, y los comunicadores y empresarios, por el otro: empresarios que creían en la Comunicación y profesionales que hicieron pedagogía y que convencieron con hechos y no solo con palabras a dichos empresarios.